Sí. Los medios no dan a basto para recoger la cantidad de tonterías que cada día suelta Megan Fox por esa falsa boca suya.

En la revista Wonderland, ha declarado que sufre brotes de esquizofrenia y que siempre ha tenido problemas mentales, desde pequeña, aunque nunca se lo ha diagnosticado un psiquiatra.
Sí, Megan es así. Suelta que tiene una enfermedad muy grave y reconoce que un psiquiatra no se lo ha dicho. A lo mejor ahora también es psiquiatra en sus ratos libres o se ha estudiado tantos libros de psicología sobre el tema que es una experta.



“Definitivamente, sufro de algún tipo de enfermedad mental pero no he localizado cuál es”

Lo que yo os diga, es psiquiatra y se está haciendo un diagnóstico. Aunque ya le vale como psiquiatra, qué poco profesional asegurar que sufre esquizofrenia para luego reconocer qué no sabe aún qué enfermedad mental sufre. Ay, ay, ¡no se tiene que dar un diagnóstico falso!
Pero es que ya tiene sus síntomas anotados y nos los ha contado: alucinaciones auditivas, ilusiones paranoides y disfunción social. Ni más, ni menos.

Pero la cosa no acaba ahí. Se ha comparado con Marilyn Monroe, que para ser uno de sus iconos, ya podría aprender, aunque sea un poquito, de la clase que tenía Marilyn. Pero claro, comparar a Marily con Megan es como comparar una piedra con un diamante, y solo a nuestra intelectual se le ocurriría. Incluso, ha dicho que tiene miedo de morir joven como ella:

"Básicamente leo cada libro que se ha escrito sobre ella. Yo puedo acabar como Marilyn porque constantemente lucho con la idea de que creo que soy retrasada y tengo esquizofrenia"



Vaya, ahora amplía su diagnóstico y baraja el retraso mental. ¿Vosotros también votáis como yo por la opción del retraso? ¡Y no nos hace falta ser psiquiatras como ella para darnos cuenta!

Aprovechando, 20minutos.es, recoge algunas de las citas célebres de Megan, y quisiera destacar esta:


Pues ya véis...no sé por qué le entraran ataques de pánico al verse a sí misma en el espejo y por qué dice que se odia y demás, si está encantada de la vida con lo buena que está. Y tampoco necesitamos ser psiquiatras para esto, solo darnos cuenta de que Megan se dedica a mentir, a mentir, a mentir y a mentir sin parar para que se hable de ella, con tonterías tan grandes que dudo mucho que alguien se crea.


En fin, en mi opinión, yo a Megan le diría lo siguiente: basta ya. Una cosa es que hable chorradas sobre sexo para llamar la atención y ganar titulares -la chica que dice que preferiría que no se hablase de ella y ser invisible...-, y otra empezar a jugar con temas muy serios, adoptando un papel de víctima, diciendo que tiene problemas con su físico hasta llegar al punto de no soportar mirarse en un espejo y sufrir ataques de pánico, y ahora decir que sufre esquizofrenia (bueno, que no está segura, también puede ser retraso mental, recordad que hasta ella misma ya se llama retrasada). Son problemas muy serios por los que sufre muchísima gente como para andar jugando con ellos.

Ya lo hizo en su promoción de Jennifer's Body con el tema del acoso escolar, usándolo para dar publicidad a su película. Ya vale de seguir escogiendo temas serios para que vayamos a ver tu mierda de película. Perdón: para verte a ti luciendo ese cuerpo que tantos malos ratos te hace pasar, y ya está.